Lo primero que tienes que hacer es llenar la bañera de agua. Lo ideal es que esté caliente para después ir añadiendo agua fría hasta que esté a tu temperatura ideal y, seguidamente, añadir sal a la bañera: la cantidad la decides tú. Los baños de sal tienen efectos desintoxicantes, ya que al abrirse los poros, la sal lava los metales pesados y las toxinas de las células de la piel. Le aporta una mayor suavidad y elasticidad a la piel, y ayuda a prevenir y combatir infecciones o enfermedades producidas por hongos. Además, limpia y libera al organismo de las energías densas que traemos después de un día de trabajo. Si se le agrega unas gotas de vinagre, el efecto purificador será inmediato. Por su poder ácido, el vinagre es otro increíble limpiador de las malas energías